FANTASÍA


Un día optimista
creí ver mi nombre
escrito en el cielo.

QUIMERA


Pulsaría
el botón que salva al mundo
si existiera.
Pulsaría,
con el amor más profundo,
como fuera,
el de tu felicidad.
Pulsaría,
sin dudarlo ni un segundo,
si pudiera,
el que me dé libertad.

PECADO ORIGINAL


Jamás pensé que me vería representar de nuevo esta manida escena del Paraíso.
Obligada tantas veces a repetir el guión, siempre con los papeles invertidos, creí haber agotado el tiempo y las posibilidades.
Sin embargo, aquí estoy: el teatro a punto de cerrar; incrédula y sorprendida, interpretando a Eva, por fin en el papel protagonista.
Late la euforia en el pecho ilusionado. Un sentimiento viperino hiere de vida y muerte el corazón y el alma. Esta responsabilidad me mata y, a la vez, resucita.
Tenías razón. La escena es sin duda peligrosa. En cualquier momento te ofreceré la manzana. Hagas lo que hagas te arrepentirás. Y ambos, por supuesto, nos condenaremos.

SENCILLEZ DE LA BELLEZA

Busqué la belleza en el paisaje,
en todos sus colores,
en la luz y en la oscuridad.
La busqué en todas las personas,
en la flor de su sonrisa
y en lo profundo de su mirada.
Busqué en la poesía y en la música,
en el trino de los pájaros,
en el silencio...
Ahora busco en la soledad.

EVA

(Siento lo del flash. Era eso o salir yo reflejada. Si alguien sabe la solución, se lo agradeceré)
Pretendí dibujar a Eva arrepentida,
mas no encontré el matiz
del arrepentimiento.

UTOPÍA

No sé qué puedo hacer
con esta vida inerte
que no me pertenece,
los versos inmortales
que no escribo
y los bellos bocetos
que han sido destruidos.
Esa desconocida
que cada día me mira
sin interés ninguno,
me ha devorado entera
en silencio y sin pausa,
empezando por dentro
hasta alcanzar la piel.

Cada vez que respiro
muero un poco e intento
que fallezcan también
los recuerdos y errores
que están apuntalando
esta casa en ruinas
que aún sueña ser gaviota.

TRASLUZ

Preciso fue
sangrar la herida
para cicatrizarla.
Por el resquicio abierto,
entró el dolor
descompasado,
pero también
la mano salvadora.
Luego, al trasluz
de la mirada amiga,
la llaga se sintió
menos profunda.
Difuminó el desgarro...
Incluso, a veces,
evoca una sonrisa
que intento, en vano,
a ratos dibujar.

PENUMBRA


A esta casa confiscada por las sombras,
la nueva embestida inesperada
le abrió una grieta delatora...
y alguien pudo ver, sin merecerlo,
el laberinto de pasillos huidizos
y rincones necrosados
que pueblan su interior.

NAUFRAGIO

¡Qué pena el azahar
derramado en la tormenta!
Igual que inocencias fallecidas
y lágrimas ahogadas…
Como secretos desnudos,
silencios del amigo más querido
y besos con sabor a despedida.
Naufragado
lo mismo que mis sueños...