DESAHUCIO

Volvió la golondrina y encontró
los nidos arrasados y yermos los balcones
Temió que nunca más hubiese primavera
y gritó largamente...
hasta quedar sin voz
Mientras la abandonaba la luz inexorable
crucificó su alma en el azul silencio
y aguardó...
hasta fundirse con el negro
Ni una estrella vino a socorrerle...

DEVORADOR


Caminó de la mano de su monstruo
hasta olvidar totalmente que lo era
Que sólo son amables
los monstruos de los cuentos infantiles
Que los reales, tarde o temprano,
devoran la mano estremecida
como antes devoraron su inocencia…
Ahora reconoce el rostro del pasado
y la batalla resulta encarnizada
para ella y cuantos la rodean
Más merece la pena haberle delatado
Ya nadie le dará la espalda
ni su infancia
ignorando su verdadero rostro.



BLANCO Y NEGRO





No son precisas palabras rebuscadas
para expresar del alma
las luces y las sombras

INTEREA





Mientras tanto,
construyó un altar a la inocencia
en su mirada
y trazó laberintos con su pelo
a la entrada de sus pensamientos
Muy pocos consiguieron acceder
Sólo alguno adentrarse
Ninguno descifró el jeroglífico
que yace al fondo

VENTANAS ABIERTAS

Gracias a Lola López Mondéjar y Herminio Estrella,
por proporcionarme recursos para abrir las ventanas a mi interior.