DEVORADOR


Caminó de la mano de su monstruo
hasta olvidar totalmente que lo era
Que sólo son amables
los monstruos de los cuentos infantiles
Que los reales, tarde o temprano,
devoran la mano estremecida
como antes devoraron su inocencia…
Ahora reconoce el rostro del pasado
y la batalla resulta encarnizada
para ella y cuantos la rodean
Más merece la pena haberle delatado
Ya nadie le dará la espalda
ni su infancia
ignorando su verdadero rostro.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un beso desde la inocencia de quien un día la perdió por culpa de "ese monstruo". De vez en cuando, asoma la cabeza, a pesar de que siempre la creí perdida... Su guiño me hace suspirar llena de esperanza...

Anónimo dijo...

No pierdas nunca la sonrisa, Caerula. Sería como darle la partida al monstruo. Conserva la niña que seguro vive en tu interior.

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